SENTIMIENTO
Dios mío, rasgo el corazón hiriéndolo
con tajo profundo que nunca cure
para sentir vívidamente dolor intenso
que consciente recordar me haga
la cruda realidad en la que vivo.
La vida es la tragedia de cada instante
refleja a los ojos y el corazón lo siente
estrangula la entraña y la agoniza en muerte
espanta el alma y pierde la esperanza.
Dios mío, vierto lágrima de agua amarga
que sensiblemente huella mis pupilas
impotente llorando y con la boca gimiendo
a la impavidez atado e indefenso aguantando.
Dios mío, grande es la tristeza, muy aguda la pena
¿Por qué tanta la iniquidad del mundo?
miseria, dolor, enfermedad, inmoralidad, violencia
egoísmo, desamor, hipocresía, mentira y demencia.
Dios mío, ¿Hasta cuando la tortuosa cruz?
¿Hasta cuando este brutal infierno?
Dios mío, hágase de ti la esplendorosa luz
y con tu amor haz del mundo un paraíso eterno.
Francisco Pedro Morisaki C.