LA MINERÍA ES UN MAL NECESARIO PARA EL PERU, PERO DAÑINO PARA SU ECO SISTEMA.
Es una ironía que los Departamentos mineros del Perú, de quienes se esperaba que fueran los más ricos, sean en realidad los más pobres; esto nos hace corroborar que la explotación minera de cualquier nivel o muy sofisticada que sea trae consecuencias irreparables como dañar el medio ambiente biológico por una duración mayor a 500 años hasta su recuperación natural, la prueba contundente de esto es precisamente que los departamentos mineros que eran predominantemente agricultores y ganaderos dejaron de serlo, por la contaminación de los relaves minerales.
Para que haya explotación minera se decía que traería trabajo y bienestar social a todos los habitantes gracias a las regalías o canon minero, pero la realidad reflejada ante nuestros ojos nos dice todo lo contrario, por ejemplo los Departamentos eminentemente mineros como Cerro de Pasco, Huancavelica, Moquegua, Cajamarca, Cuzco, están considerados o calificados en pobreza baja, y otros como Ancash, Tacna, Arequipa, en pobreza media; en contraste los Departamentos del norte del Perú como Piura, Lambayeque, y La Libertad, son los más desarrollados económicamente precisamente en gran parte por su explotación agrícola, porque son primeros productores de azúcar, arroz, café, etc, que debieron serlo los departamentos arriba mencionados.
La minería es un mal necesario para el Perú que es un país del llamado tercer mundo y por ello otorga concesiones de explotación de sus grandes recursos naturales como la minera a poderosas transnacionales de inversión económica para mantener un PIB (producto interior bruto) bastante moderado dentro de la macroeconomía, aunque esto le signifique a mediano plazo una situación funesta para las generaciones futuras que recibirán un eco sistema dañado porque la explotación minera sea subterránea o a cielo abierto genera un desastroso impacto ambiental que provoca desforestación , contaminación del aire, el suelo y lo más preciado el agua, esto es lo que le espera al Departamento de Cajamarca donde la Empresa minera Yanacocha en su pretensión de explotar oro no tiene reparo en su proyecto de eliminar 4 hermosas lagunas naturales para convertirlas en botaderos de residuos o relaves mineros, ¿La necesidad justifica atentar contra la biodiversidad? Bueno es una disyuntiva que se tiene que analizar muy concienzudamente.
En realidad ¿A quienes beneficia en el Perú el ingreso económico por la inversión minera? Es obvio pensar que a los inversionistas transnacionales en un 80% y el resto del porcentaje al Gobierno peruano que le sirve para vanagloriarse de que sus depósitos en reserva monetaria sea una de las más altas en América, pero en contraste no perciben de esa bonanza la gran mayoría de ciudadanos peruanos que penosamente sobreviven en la pobreza con escasamente a un equivalente de $ 300.00 dólares o S/. 780.00 nuevos soles mensuales, aunque los indicadores per cápita reflejen $ 4,000.00 dólares o S/. 10,400.00 nuevos soles mensuales, la situación se debe a la elevada cifra del 75% de informalidad laboral porque no existen generaciones de empleo, ¿Entonces donde están las cacareadas frases de que con las explotaciones mineras se producen bienestar social y económico?, más aun todas las concesiones mineras no garantizan prosperidad con estabilidad porque pueden terminar en un rotundo fracaso si la crisis económica mundial llega a afectar al Perú.
No llama a extrañeza que el Congreso peruano, CONFIEP institución privada de empresarios, la radio, televisión, periodismo dejando atrás sus discrepancias ideológicas se hayan unido a una sola voz para proclamar su apoyo a la explotación minera de Conga en Cajamarca, y lo peor que lo hacen tan imperativamente al señalar la frase de Conga / Sí o Sí / e instando al Gobierno a intervenir aun empleando a las fuerzas armadas del ejército. ¿Habrá mucha plata tras de estos para que se muestren impetuosamente a favor de Yanacocha? Quizás esto sea lo más probable, porque si somos peruanos todo se puede esperar.
A los cajamarquinos les corresponde decidir la protección de la naturaleza de sus tierras para que se mantengan libres de contaminación ambiental, y al Estado que no actúe prepotentemente tratando de someter la voluntad propia de un pueblo que defiende su hábitat para no ser dañado, porque visto está que la minería por más que sea un mal necesario produce al final de cuentas un efecto nocivo, además su duración no es más de 30 años de explotación, en comparación el mantener intangibles las tierras de cultivo estas duran toda una eternidad garantizando sobrevivencia a todas las generaciones por venir.
El Perú no solo debe vivir de estar dando concesiones de explotación minera es forma indiscriminada, sino que debe incentivar la explotación agrícola, ganadera, pesquera, industria artesanal y el turismo etc. (Salvo otro mejor parecer)